A veces los muros nos protegen. Pero normalmente sirven para aislarnos, encerrarnos o sitiarnos. Fomentan la xenofobia, el totalitarismo, el chovinismo y la miseria moral. Todos ustedes recuerdan los muros de los campos de concentración nazi o el muro de Berlín. Menos están al tanto del muro de Israel o del Estados Unidos-México. Todos son o han sido la misma basura. Romperlos no es tarea fácil. Tras el muro suele haber alambradas y complejos sistemas represivos. Pero todos acaban cayendo. No lo dude.
